miércoles, 23 de febrero de 2011

Querido Señor Perfecto:

Perdóname por tardar tanto en contestar la tarjeta de felicitaciones que me enviaste por Navidad, es que andaba de novia con un chico de costumbres un poco retorcidas que me traía bobita. Y bien sabes que cuando ando de novia no tengo tiempo para otra cosa que no sea el objeto de mi deseo. Pero ahora que ya el susodicho no está por aquí (es una historia larga que no creo que te interese al menos que no quieras sentir el mismo dolor que siente, supongo, a quién le pisan un juanete) tengo tiempo para contestar a las poquísimas pero filosofísimas preguntas que me hacías en la tarjeta.

¿Qué cómo estoy? Pues ufff, yo siempre he creído que una imagen vale más que mil palabras así que entra a mi Facebook y busca en el álbum “Esto es felicidad” a una chica delgadísima, estilizada, que sostiene con glamour un Martini (siiiiiiiiiiiiii soy yo) para que veas que tan bien estoy. Por favor, haz caso omiso del simio que está a mi lado. Me he resistido a borrar esta foto de mi álbum para no decepcionar a mis amigas que se han desvivido en elogios a mi zapatos (stilettos, de esos que tú me rogabas que usara contigo. Ya ves como es de ingrata la vida, ahora que voy con ellos como si de chanclas se tratarán tú ni te das por enterado).

¿Que a qué me dedico? Uff, pues ahí sí que me la has puesto difícil. Un par de meses atrás me dedicaba a seguir como una perrita faldera a la mismísima encarnación del demonio, ahora no lo tengo muy claro, pero si consideramos que pago mis facturas con el dinero que recibo por escribir para una revista historias de amor al mejor estilo Corín Tellado pues yo diría que soy escritora.

¿Qué cuáles son mis propósitos para el nuevo año? Pues mis propósitos eran, pues ya los cumplí, tirar a la basura los libros Una vida con propósito y Tus zonas erróneas. Si, ya sé que me lo regalaste tú, pero entro los dos no leí seis paginas y la verdad era que ocupaban un espacio valiosísimo en mi librero que llené con Claire se queda sola y Rachel se va de viaje.

En fin mi querido Señor Perfecto, que estoy mejor que Lola y parece que la cosa apenas comienza.

Tuya siempre,

Gigi Rodríguez

2 comentarios: